
Siempre recalco la importancia de agudizar tus sentidos, trabajar con ellos y afinarlos para poder sensibilizarte más y tener un goce mayor durante tus encuentros íntimos, entre muchos beneficios más.
Ya en un artículo previo de febrero te invitaba a hacer el ejercicio de escuchar música, probar nuevos ritmos y dejarte llevar y sorprender para abrir ese canal auditivo, aprender más de ti, probar tus cambios de estado de ánimo y capacidades.
Hoy te invito a que lo hagas con el baile.
Los beneficios kinestésicos y la “propiocepción” que se adquieren al hacer de éste parte de tu vida son muchos y muy positivos.
No te voy a indicar ni qué tipo, ni qué ritmo, eso lo decidirás: TU! Lo que cierto es hay un sinfín de opciones así que elige el que te vibre, con el que te guste moverte y empieza por ahí: Baila sola, haciendo otra actividad, con tu mente, al bañarte, muévete, hazlo con amigas, tu pareja o hasta con tu mascota.
Los beneficios físicos van desde fortalecer tu corazón, quemar calorías y bajar colesterol, mejorar resistencia y flexibilidad muscular, prevenir la osteoporosis, eliminar el estrés y, se dice que hasta ayuda a prevenir el Alzheimer por la acción que tiene en el hipocampo de nuestro cerebro.
Los beneficios anímicos son increíbles: ayuda a la depresión ya que canaliza la adrenalina para inducir alegría y vitalidad, incrementa tu autoestima, facilita la expresión de emociones y nos ayuda a conectar con nosotros mismos, fomenta la creatividad y la espontaneidad.
Además del factor de ayuda para socializar y conocer gente nueva que también juega un papel importante en la autoestima, el sentimiento de pertenencia y la seguridad personal.
Así que a bailar!! A mover esos c 1,2,3…1,2,3.. 2,4,6, 1,3,,1,3 jeje!!
Fuente: La química de la danza.
La fuente de la juventud de Chayanne: el baile pic.twitter.com/dTZBOAlIij
— Publimetro México 🌐 📰🏟️🔭🧪🎨💸 (@PublimetroMX) July 1, 2019